El mejor de los arqueros

                                                                                               Foto: elcomercio.pe      

Unos hinchas lo llamaban “ruso”, otros le decían “gringo”, todos desconocían sin querer el antagonismo de ese par de sustantivos. Tan antagónico como decir “crema” y “blanquiazul”. Gringo o ruso, no importaba, no hay guerra fría que valga cuando se quiere bautizar con afecto a un forastero que logra meterse en el corazón de la mitad de un país. Y aunque había nacido en Argentina y llegó a nacionalizarse peruano, en realidad tuvo como patria al viejo estadio Lolo Fernandez, plaza de armas de esa gran nación de 15 millones de habitantes llamada Universitario de Deportes.

Juan Carlos Zubczuk llegó al Perú a mediados de 1988 procedente de Racing Club de Avellaneda. Con 23 años cumplidos, había sido suplente de Ubaldo “El Pato” Fillol, campeón mundial en 1978 y, a entender de sus compatriotas, el mejor arquero en la historia del fútbol argentino. La sombra de la figura de Fillol era grande por donde quiera que pasara: la Selección Argentina, River Plate, Flamengo, Atlético de Madrid y el mismo Racing. Una sombra tan densa además que era capaz de opacar a una cabellera rubia en el banco de los suplentes. Pero si a Racing le sobraba un arquero, a la “U” le faltaba uno. Y uno joven. Uno como Zubczuk.

De padre ucraniano y madre polaca, nació el 31 de marzo de 1965 en el departamento de Oberá, provincia de Misiones, Argentina. Sus primeros pasos los dio sobre el suelo fértil de su tierra natal, rodeado de espesa vegetación, colinas, arroyos y cascadas. Este cálido pueblo era su habitat natural y poseía una gran alfombra verde, que no tenía nada que envidiar a cualquier gran palacio del mundo. Años después, calzando unos rústicos botines, ingresó por primera vez a un campo de fútbol. Jamás lo sintió ajeno, se podría decir que era una extensión de su hogar, solo que con una dimensión reglamentada: 45 x 90 metros. El rectángulo que da forma al área grande se convirtió en su nuevo rincón favorito: Zubczuk se inició jugando como centrodelantero. De hecho, se ganó un lugar en las divisiones inferiores del Racing como uno de los tantos prospectos de “9”. Su naturaleza lo llevó siempre a vivir cerca del arco y como atacante lo tenía en frente y solo para él. Pero para eso debía estar de espaldas al campo, ese que de niño le gustaba contemplar. Quizás necesitaba tenerlo siempre en frente, tener ese panorama fuese a donde fuese y llevarlo consigo a cualquier estadio del mundo. Tal vez por eso cambió de puesto. No hubo mayores traumas para dar ese vuelco radical en su carrera: solo tuvo que darse media vuelta sobre el punto de penal y colocarse un par de guantes. El Zubczuk arquero había nacido.

En el verano de 1983, conseguiría su primera gran alegría en el fútbol: ser campeón. En el estadio del Velez Sarzfield se jugaba todos los martes un campeonato juvenil llamado Torneo Proyección 86. Luego de dejar en el camino al Estudiantes de La Plata, Rosario Central y Argentinos Juniors, Racing superó en la gran final a Newell’s Old Boys. Es en uno de esos encuentros que la hinchada del Racing le dedica al joven Zubczuk un merecido cántico: “¡Olelé, olalá, tenemos un arquero, un arquero de verdad!”.

Meses después sería promovido al primer equipo, donde fue suplente junto con un uruguayo: Julio César Balerio, el mismo que fuera subcampeón de la Copa Libertadores con Sporting Cristal en 1997. Le pedían que esperase a que se retirara Fillol para que se convirtiese en el dueño del arco. Incluso hasta le habían reservado un apelativo para cuando ese momento llegara: “La araña rubia”.

Cuando llega a la “U”, el arquero titular era César Chavez-Riva, más conocido como “Chaveta”, quien vivía por ese entonces sus últimos años en el fútbol. Zubczuk tuvo que resignarse a ser suplente esa segunda mitad del 88 y toda la temporada de 1989, la que incluyó la participación del equipo en la Copa Libertadores, donde enfrentaron en la fase de grupos al Cristal, Boca Juniors y… Racing, su ex equipo. Todos los encuentros tuvo que expectarlos desde el banco. La maldición de la suplencia parecía seguir al “ruso” por todas partes.

Hasta que llegó 1990, año en que por fin saltó a la cancha como titular. A su habitual indumentaria le agregó una visera que decía “Garra Crema”. La garra es reconocida por todos los hinchas de Universitario como la principal virtud que debe tener todo jugador que se digne de vestir la camiseta del club. Es una virtud histórica: puede faltar talento en los pies, pero la garra nunca puede estar ausente, sería como desconocer el credo fundamental del equipo. Una virtud que poseía Zubczuk, quien partido a partido iba creciendo en el arco. Detrás tenía una casi recién nacida Trinchera Norte, que lo acogió fraternalmente desde el comienzo.

A fines del 90, Universitario derrota en la final al Sport Boys, y Zubczuk se consagra por primera vez campeón a nivel profesional. Pero tendría un nuevo desafío por delante: la Copa Libertadores de 1991. Lamentablemente, el “gringo” se lesiona en Santiago de Chile jugando contra Colo Colo: se golpea contra el poste y se fractura el brazo por tratar de desviar una pelota. De este modo, deja escapar nuevamente la oportunidad de ser titular.

Sin embargo, como parte del plantel, campeonaría en 1992. La revancha vendría al año siguiente: siendo nuevamente titular, daría la vuelta olímpica en el Estadio Nacional. La “U” lograba el bicampeonato bajo la dirección técnica de Sergio Markarián. Para Zubczuk era su tercer título. De esa campaña, además de sus buenas actuaciones, se recuerda por su participación en la bronca de Cerro de Pasco en un partido contra el Unión Minas: le propinó una patada voladora a un rival en la mitad de la cancha, lo que estrechó aun más su vínculo con el hincha. No fue el único lío en el que sería protagonista. En el 2006, como preparador de arqueros de Universitario, se robó el show en pleno superclásico contra Alianza Lima al irrumpir en el campo a reclamar con el fin de “enfriar” el partido. Al ser expulsado, yéndose al camarín, la Trinchera Norte le dedicó el que era ya un viejo cántico: “¡Ese es Zubczuk, el mejor de los arqueros, el mejor de los arqueros, ese arquero se llama Zubczuk, Zubczuk!”.

En 1993, a la mitad de la temporada, fue convocado a la selección peruana de fútbol para jugar las eliminatorias del mundial de Estados Unidos. Siendo el suplente de Miguel Miranda y con Perú ya eliminado matemáticamente, le propusieron atajar pero el “gringo” desistió. Al año siguiente jugó la Copa Libertadores, en la que Universitario llegó hasta los octavos de final. Curiosamente, a la inversa de lo que ocurría en la selección, en el club Zubczuk era el titular y Miguel Miranda su suplente. Ese 1994, todo marchaba bien, sin embargo un enfrentamiento con Markarián provocó su abrupta salida de Universitario.

Pero el fútbol siempre le dio revanchas. En 1995 reapareció en un arco rival con la camiseta del Alianza Atlético de Sullana. La “U” perdió 1-3 jugando de local, el equipo se fue pifiado y Zubczuk aplaudido antes y después del partido. La revancha incluía también a Markarián, quien aún dirigía a Universitario. Ese mismo año el “ruso” se retiró, incluso no llegó a jugar la temporada completa.

Luego de algunos años alejado de las canchas se afincó en Chimbote, y en el garage de su casa colocó dos mesas y unas cuantas sillas para vender carnes a la parrilla con la ayuda de su esposa. Al improvisado comedor lo bautizó con el nombre de “El Portón Gaucho”, hoy convertido en un lujoso restaurant gourmet de tres pisos que incluye un bar llamado “Ruso bar lounge”. El establecimiento es un lugar de paso obligado por los lugareños, turistas y, en especial, hinchas de Universitario. Es en la entrada del “Portón Gaucho” donde se puede encontrar a Juan Carlos Zubczuk, siempre dispuesto a atajar todos los saludos que le hagan llegar.

2 comentarios:

  1. Un excelente articulo, gracias por haberlo compartido.

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  2. Uno de mis primeros idolos junto al Chemo Del Solar, Roberto Martinez, el Puma Carranza, Ronald Baroni,Letelier,Silva y Nunes....grande Ruso, me hubiese gustado verlo mas con la crema y que le hicieran un partido de despedida al mejor de los arqueros...ese arquero se llama ZubcZuck!!!

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